PROBLEMAS CLIMÁTICOS

Las frambuesas son frutas muy sensibles a los golpes, al viento y al frío extremo. Asimismo, actualmente muchos productores – fundamentalmente los pequeños -no cuentan en sus plantaciones con sistemas anti-granizo y antiheladas, fenómenos que dañan considerablemente la cosecha si no se dispone de las protecciones correspondientes.

Como solución los sistemas de protección más utilizados contra las heladas pueden ser de dos tipos y son bastante costosos para la mayoría de los productores.
El primer método es el riego por aspersión alto cuyo valor ronda los U$S 6.000 por hectárea y procesa 60.000 litros de agua por hora por hectárea. El segundo método es el riego por aspersión bajo con un valor de U$S 1.500 por hectárea y requerimientos de agua de 27.000 litros por hora por hectárea.

Otro método para combatir las heladas es el de los calefactores, pero su limitante es que al necesitar como combustible el fuel – oil tiene un mayor grado de contaminación que el resto de las técnicas. Por otro lado, los sistemas por calefactores funcionan y son eficientes solo en la medida que las plantas estén cerca unas de otras para que el calor que se produce en una también se transfiera a otra. De esta manera, a todas las plantas cultivadas les llegaría el calor producido.

El viento es un gran limitante para el desarrollo de las plantaciones de las frutas finas, al menos en sus primeros años de desarrollo. Para combatir el problema, se recomienda la adquisición de cortinas perimetrales (una cortina forestal protege eficazmente hasta 10 veces su altura en sentido horizontal, por lo que la cantidad de cortinas dependerá de la magnitud del área a implantar)

Una mejora y extensión de la protección contra las heladas, y el viento en los cultivos de frambuesas, permitirá por un lado mejorar la calidad y la productividad de las plantaciones del sector y por otro lado, se incrementarán los volúmenes en condiciones se ser exportados.


Agroquímicos utilizados para el control de heladas

Aplicadores de compensadores de frío

La frambuesa roja bajo las condiciones de invierno benigno y subtropical, presenta escasa brotación de laterales, dominancia apical, brotación retrasada y prolongada y por lo tanto bajos rendimientos. Para evitar estos problemas se recomienda aplicar 4% de Citrolina + 0.12% de DNSBP (dinitro-ortho-sec-butil fenol, comercialmente Hormox) + 2% de un agente emulsivo; esta formulación debe aplicarse unos 15 días antes del inicio de las primeras brotaciones de yemas, lo cual generalmente ocurre del 1º al 15 de marzo. Para la aplicación puede usarse una bomba aspersora o una brocha, dependiendo de la cantidad de plantas que se tenga, procurando mojar uniformemente todas las yemas, debido a que la emulsión tiene un efecto localizado.

Aplicación de ácido gibrélico

Algunas variedades, productoras de verano, requieren de la aplicación de ácido giberélico para obtener la producción de otoño. Se recomienda usar una dosis de 50 ppm y hacer la aplicación con bomba aspersora, del 1 al 4 de julio, para forzar el alargamiento de la yema terminal. Si se quiere adelantar la producción para evitar daños por heladas tempranas, será necesario hacer una segunda aplicación 15 días después. Las otras variedades productoras de otoño no requieren aplicaciones de giberelinas, pues la producción se presenta en forma natural en esa época del año.